Un nuevo análisis del subestudio MAGNIFY-MS muestra un patrón específico de reducción y recuperación inmune en pacientes con esclerosis múltiple recurrente (EMR) tratados con cladribina (Merck), lo que podría contribuir a su capacidad para combatir infecciones y desarrollar los anticuerpos protectores tras ser vacunados. Estos datos se han presentado Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología (AAN) 2021.
“El patrón de reconstitución y reducción del subconjunto de células inmunitarias identificado en el nuevo análisis del subestudio MAGNIFY-MS proporciona evidencia adicional sobre cómo cladribina podría detener las recaídas de la EM y la acumulación de discapacidad. Asimismo, sugiere que los pacientes pueden presentar simultáneamente una respuesta a las vacunas“, explica Klaus Schmierer, profesor de neurología en el Blizard Institute, Queen Mary University of London, y consultor neurólogo en The Royal London Hospital, Barts Health NHS Trust a GACETA MÉDICA.
En el estudio MAGNIFY-MS, la reducción de linfocitos B de memoria se produjo como muy pronto un mes después de iniciar el tratamiento con este fármaco, manteniéndose los niveles más bajos hasta 12 meses, algo directamente relacionado con su alta eficacia en pacientes con EMR, mientras que los linfocitos B naïve, que suelen ser necesarios para la generación de respuestas de anticuerpos tras la vacunación, comenzaron a recuperarse inmediatamente.
“Cladribina ejerce efectos citotóxicos sobre los subconjuntos de células B y, en menor grado, de células T a través de la apoptosis semi-selectiva, interrumpiendo así eficazmente la cascada de eventos inmunitarios dañinos centrales en la EM”
Klaus Schmierer
“Si bien, ya teníamos una buena comprensión conceptual y basada en la evidencia de cómo funciona cladribina en personas con EMR, ahora tenemos evidencia de que las respuestas a la vacuna parecen estar bastante inalteradas por el tratamiento. Cladribina ejerce efectos citotóxicos sobre los subconjuntos de células B y, en menor grado, de células T a través de la apoptosis semi-selectiva, interrumpiendo así eficazmente la cascada de eventos inmunitarios dañinos centrales en la EM”, añade el especialista.
Los datos previamente compartidos de MAGNIFY-MS indicaban que los pacientes que reciben cladribina tienen capacidad de generar una respuesta de anticuerpos protectores a las vacunas habituales contra la gripe estacional y la varicela zóster, independientemente del recuento de linfocitos.
“Comprender la eficacia de la vacuna en EMR es obviamente particularmente importante en la lucha actual contra COVID-19 y la creciente disponibilidad de vacunas efectivas. Dado que la inmunidad contra el SARS-CoV2 no solo es dependiente de los anticuerpos sino también de las células T, vale la pena recordar que este fármaco agota las células T CD8 + en solo un 20-30%, lo que nuevamente sugiere poca interferencia con la respuesta inmune efectiva”, señala.
Estudio con la vacuna de Pfizer
Un reciente estudio independiente realizado por el Centro Médico de Esclerosis Múltiple en Sheba y la Escuela de Medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv (Israel), y publicado en Therapeutic Advances in Neurological Disorders, muestra que los pacientes tratados con esta terapia para la EM fueron capaces de generar anticuerpos contra el COVID-19 tras la vacuna de ARNm de Pfizer/BioNTech administrada una media de 4,4 meses después de recibir la última dosis del fármaco.
“Si bien los datos publicados pertenecen a una pequeña cohorte de pacientes, pueden proporcionar a los médicos evidencia preliminar de que los pacientes que toman cladribina pueden generar y mantener respuestas efectivas a la vacuna COVID-19”, concluye el experto.