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Síntomas de la Esclerosis Múltiple

La Esclerosis Múltiple tiene una gran variedad de síntomas, lo que dificulta el diagnóstico de la enfermedad. Cada persona puede tener síntomas diferentes que variarán en función del tipo de esclerosis múltiple que tenga y de la localización de las lesiones que le haya provocado la enfermedad. Estas lesiones pueden producirse en cualquier parte del sistema nervioso central, lo que provoca que sus manifestaciones también puedan ser múltiples.

– Movilidad y visión

Hay muchos síntomas asociados a la EM, pero eso no significa que se experimenten todos. Puede que solo se presenten unos síntomas, puede que vayan y vengan, que solo se experimenten durante una recaída o que su gravedad cambie con el paso del tiempo.

Los síntomas físicos pueden dificultar el desplazamiento, realizar las actividades diarias y con el paso del tiempo pueden afectar a la independencia. A continuación, mostramos los síntomas físicos más frecuentes de la EM y cómo pueden manejarse día a día.

Movilidad

Estar de pie y caminar es muy complicado para el cuerpo y existen diferentes funciones implicadas. Hay numerosos síntomas de la EM que pueden dificultar el desplazamiento, como problemas de equilibrio, mareos, debilidad muscular, espasmos y rigidez.

Problemas de equilibrio

Hay una serie de síntomas que pueden afectar al equilibrio y aumentar el riesgo de caídas, desde una afectación pura de los tres sistemas del equilibrio (visual, somatosensorial y vestibular) hasta sintomatología más física tal como la rigidez muscular, los temblores y el dolor; en las siguientes secciones hablaremos de ellos con más detalle. Los problemas de equilibrio pueden causar malestar, pérdida de confianza, pero también pueden provocar una lesión, dolor y pérdida de independencia.

Espasticidad o rigidez

La espasticidad se refiere a músculos tensos y rígidos, que presentan un aumento de su tono muscular, provocando una mayor dificultad a la hora de realizar los movimientos. Dependiendo de la localización de esta espasticidad puede resultar más difícil realizar movimientos delicados de miembros superiores o incluso puede haber problemas para caminar.

Los músculos también pueden sufrir sacudidas de una forma incontrolada, conocidas como espasmos. Pueden suceder de forma repetida y causar dolor e incluso aparecer durante la noche, lo que dificulta un descanso total.

Temblores intencionales

A veces, las personas experimentan un temblor incontrolado, que puede ser repetitivo, pero también irregular e impredecible. Pueden ser de menor o de mayor rango y pueden hacer que sea muy complicado realizar las tareas de la vida diaria. A la mayoría de las personas con EM que tienen temblores les aparecen cuando tienen la intención hacer algo, de ahí el nombre de «temblor intencional».

Debilidad muscular

Las personas que tienen EM pueden experimentar debilidad muscular (falta de fuerza) en cualquier músculo de su cuerpo, desde miembros inferiores interfiriendo en la capacidad de caminar y en el equilibrio hasta el control de tronco, haciendo que la persona no pueda mantenerse sentada.

Trastornos visuales de la EM

Los problemas de visión son relativamente frecuentes en las personas que tienen EM. 

Dentro de los distintos problemas de visión que pueden aparecer, tenemos la neuritis óptica, que se produce cuando el nervio óptico se inflama. La neuritis óptica puede causar visión borrosa y, en algunos casos, la pérdida completa de la vista. A menudo se ve afectado un solo ojo, pero puede afectar a ambos. Si tienes neuritis óptica puedes experimentar:

  • Visión borrosa o un punto ciego en el centro del campo de visión.
  • Colores que aparecen más oscuros o desteñidos.
  • Destellos de luz cuando mueves los ojos.
  • Dolor, especialmente cuando mueves los ojos.

También pueden aparecer problemas de movimiento ocular los cuales suelen implicar que tus ojos no puedan moverse con facilidad o que estén desalineados (estrabismo). Esto puede dar lugar a visión doble (diplopia), que también implica problemas tales como náuseas y vértigo, así como problemas de coordinación u otras cuestiones relacionadas con el equilibrio.

Problemas del habla

Entre el 40-50 % de las personas que tienen EM experimentan dificultades para hablar en algún momento de su enfermedad (disartria). Los problemas del habla pueden ir y venir a lo largo del día y pueden aparecer durante una recaída. 

Los problemas del habla pueden incluir:

  • Arrastrar palabras o habla más lenta.
  • Una voz más débil y un volumen inferior.
  • Pausas largas entre palabras.
  • Dificultad para encontrar las palabras adecuadas.

– Problemas de deglución

    Aproximadamente un tercio de las personas que tienen EM presentan problemas de deglución, denominado disfagia.

    Los problemas de deglución pueden incluir:

    • Dificultad para masticar.
    • Atragantamientos.
    • Alimentos o bebida que vuelven a subir a la boca.
    • Sensación de que la comida baja muy lentamente.
    • Toser al comer o después de comer.
    • Exceso de saliva.

    – Fatiga

      Para el 80% de las personas que tienen EM la fatiga o el cansancio extenuante es el síntoma que más les afecta. La fatiga no es un tipo normal de cansancio que sientes al final de un día ajetreado, al contrario, es un cansancio extremo, sin causa obvia.

      Las personas que tienen EM suelen tener cambios en su fatiga a lo largo del día o de la semana, causando otras sintomatologías tales como:

      • Hacer que sientas las extremidades pesadas y más difíciles de controlar, lo que dificulta sujetar objetos o escribir.
      • Contribuir a problemas de equilibrio.
      • Contribuir a problemas de visión.
      • Hacer que te resulte difícil concentrarte.

      – Disfunciones del suelo pélvico

        Las personas que tienen EM pueden experimentar una variedad de disfunciones perineales o del suelo pélvico, lo que incluye problemas de vejiga, intestinales y sexuales.

        Problemas de vejiga e intestinales

        Las personas que tienen EM pueden sentir que los problemas de vejiga e intestinales limitan sus actividades de la vida diaria. Pueden hacer que salir de casa sea una experiencia estresante que requiere mucha planificación y preparación que además dificulte y limite gravemente las actividades sociales de la persona con EM.

        Los problemas de vejiga e intestinales pueden ir desde una incontinencia urinaria y fecal hasta el extremo contrario, es decir, dificultad en la realización de la micción o de la defecación (estreñimiento). Estos problemas están causados por alteraciones en la musculatura necesaria para los procesos de micción y defecación.

        Disfunción sexual

        Las personas con EM pueden presentar disfunciones sexuales que causen una serie de problemas que van desde la falta de interés a la pérdida de sensibilidad. Algunos síntomas pueden ser un resultado directo de los daños que la EM está causando mientras otros pueden ser debidos a factores emocionales. Estos síntomas incluyen: disminución del deseo sexual, disfunción eréctil, alteración de la sensibilidad en genitales, dificultad para alcanzar el orgasmo (anorgasmia) y dolor en las relaciones sexuales (dispareunia).

        – Pensamiento y emociones

          Como probablemente sabrás, los problemas con el pensamiento, la memoria y la concentración (a veces agrupados como problemas cognitivos) son frecuentes en las personas que tienen EM. A medida que envejecemos, algunas de nuestras capacidades cognitivas comienzan a disminuir. Sin embargo, aproximadamente la mitad de las personas que tienen EM desarrollan problemas de cognición en algún momento de su vida.

          Tener problemas de cognición puede dificultar ciertas cosas. Las personas pueden experimentar:

          • Dificultad para completar las tareas.
          • Problemas al participar en conversaciones de grupo.
          • Dificultad para procesar información.
          • Dificultad para tomar decisiones.
          • Alteraciones de la memoria.

          Además, la EM a menudo tiene un efecto considerable sobre la salud emocional, desde cambios en el estado de ánimo a depresión y ansiedad.

          Más información sobre la EM

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